No llueve eternamente
Puede que a veces parezca derrotado, puede que haya caído, puede que el pesimismo me invada en más de una ocasión ... Pero sigo ahí, el cabezón que hay en mí sale a relucir y no sólo me levanto, no sólo alzo la cabeza, renuevo ese mirada que cada vez se me antoja más altiva, más pasota del mundo ... ¿Be water my friend? No, agua no soy, más bien a cada día me resulta todo más “agua”: Transparente, incolora e insípida. Es como el juego de los barquitos, todo me resulta vacío y el agua que me rodea me resbala ... ¿Duro? La vida lo es, y como se suele decir lo que no te mata te hace más fuerte. Las lágrimas, esas que han empantanado algún capítulo de mi vida, hacen que termine por nadar, nadar hasta un tronco, y con este madero me ayudo para alcanzar una barca. Pero todo ese esfuerzo acaba cuando por fin subo a ese bote y navego mientras disfruto de la puesta de sol ... Son eso, los pequeños momentos los que debemos aprender a disfrutar, a sacar el máximo partido de ellos. Cada día, todos los días de nuestra vida, una de tantas e igual de insignificante que el resto en el universo, está lleno de pequeños grandes momentos, de grandes pequeños detalles.
Cuando la oscuridad te invada, cuando las nubes se cierren en tu cielo ... Piensa, piensa. Piensa en lo bueno que hay en tu vida, en tus sueños, esos que aún no has podido realizar o no te has atrevido a hacerlo. Hay muchas cosas importantes en la vida para ahogarse en un charco, el océano está lleno de peces así que busca el que más te guste y que además te haga más feliz ...
Y como hay cosas más importantes en la vida os dejo con los amigos del Live Earth y la aportación de Madonna a la causa.
1 comentario:
Ciertamente, hay demasiada agua en el océano como para ahogarse en un sólo vaso. Te lo dice el barco de papel, que aunque mojado, sigue poniendo todo su empeño en continuar flotando y navegando hacia otras aguas más justas y más tiernas.
Besos. Espero que estés bien.
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